jueves, 10 de marzo de 2011

REORDENAMIENTO DE VIALIDAD, DIRECTO AL FRACASO


A la muy aplaudible medida de limpiar las calles y el mobiliario urbano de toda clase de publicidad, pegotes, carteles, posters que lleva a cabo el Ayuntamiento cordobés desde enero, ahora se suma la propuesta de regular el transporte público.

Pero como dijera la nana Goya, "esa es otra historia".

Supuestamente de ahora en adelante el tránsito de autobuses de pasaje será más fluido con la ayuda de "boyas", y el ascenso y descenso de pasajeros más expedito.

Más que la instalación de boyas o carriles exclusivos, hay que erradicar la nefasta red de corrupción entre choferes y agentes de tránsito.

Muchos de los primeros pagan a muchos de los segundos para que les den "tiempo" en las paradas más concurridas y así subir más pasaje.

Así como para que se hagan de la "vista gorda" ante cualquier infracción al Reglamento de Tránsito, el cual, si se aplicara a cabalidad, nos dejaría sin el noventa por ciento de transporte en un día cualquiera, empezando por las condiciones en que se encuentran los autobuses.

Se dirá "¿cuál corrupción?"

Efectivamente, ya no es como antes que el agente nada más estiraba la mano y el chofer depositaba la "mordida" (aunque todavía los hay).

No señor, ahora los agentes viales tienen sus propios cobradores, quienes desde las 10 ó 10 y media de la mañana y hasta las 2 de la tarde se colocan en las esquinas de las avenidas 2, 4 y 6 para "cobrar" a los choferes la cuota del día.

* * * *

Esperando que no sea así, pero el anunciado "estudio de ingeniería vial" va directo al fracaso.

Por lo menos desde hace veinte años que se hacen en Córdoba "estudios viales" sin que a la fecha se resuelva el problema de los congestionamientos vehiculares.

Es un viejo problema que nadie ha podido resolver, dicen los que saben, por dos razones:

Ningún transportista quiere que le cambien sus rutas. Todos quieren entrar al centro y nunca se ha podido convencerlos.

Y dos, algunos comerciantes se niegan a la reubicación de paradas, sobre todo aquellos que las tienen enfrente o al pie de su negocio.

¡Claro, comerciantes poderosos!

Y ya metidos en la erradicación de los llamados "gritones" desde aquí se hace una petición para que sean también retirados los limpiacarros de las calles, que se están convirtiendo en los nuevos dueños de las avenidas de Córdoba.

Posdata. Álvaro Gabino regresó a la Delegación Regional de Transporte Público, donde ya había estado para ir a la Dirección de Tránsito Municipal que estaba ocupada por Óscar Barquet, quien a su vez se fue a la Delegación y ahora está otra vez en Tránsito municipal y así... hasta la náusea.

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