jueves, 17 de marzo de 2011

FELIPE CALDERÓN, UN PÉSIMO PERIODISTA

No cabe duda, el presidente Felipe Calderón hubiera sido un pésimo periodista.
En una entrevista para el diario español El País reveló que si no fuera político, se habría dedicado al periodismo.
Y hasta detalló cómo se llamaría su periódico: el nombre sería Balance y de un lado pondría las noticias buenas y del otro las noticias malas. Y en medio de ambas, dijo, colocaría noticias neutras, como las deportivas.
Reflexión: mala cosa sería para el periodismo que los editores, jefes de redacción e información comenzaran por valorar las noticias en función de si son buenas o malas, porque entonces se perdería la pretendida objetividad a la que aspira cualquier profesional del periodismo.
Ya de por sí es difícil elegir qué noticia es más relevante para el conjunto de electores como para ponerse a escoger cuáles noticias son buenas y cuáles malas. ¿Buenas para quién y malas para quién?
Un ejemplo sencillo ¿un aumento de impuestos es malo o una "amarga pero sana medicina", como dicen algunos?
Lector, lectora, puede parecer fácil, pero el periodismo cada vez es un oficio más difícil por el dilema moral al que se enfrenta todos los días.
Señor presidente, como dice el dicho, zapatero a tus zapatos.

Posdata, con todo, en breve les presentaremos un texto que se podría titular más o menos así: "El día que Cristo editó un periódico"

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