La extensa cobertura
informativa sobre la desaparición de un profesor de la zona Yanga-Cuitláhuac sucedida
el pasado 31 de agosto tras una persecución y balacera que culminó en Peñuela,
y las manifestaciones que siguieron a estos hechos en los días posteriores, minimizó
la noticia sobre el presunto secuestro y rescate de un prometedor político
poblano ocurrido en la misma zona, los mismos días.
La historia fue reportada por Pablo
Ruiz Meza, redactor de la columna Nada personal, en Diario Milenio Puebla.
De acuerdo con su columna del 5 de septiembre,
entre los últimos días de agosto y los primeros de septiembre fue secuestrado
Uruviel González Vieyra en la zona comprendida entre Fortín y Córdoba.
Joven muy carismático y reconocido
por su impulso al ciclismo, la víctima es un prometedor político ex candidato
por el PRI en 2010 a
la alcaldía de Tlachichuca, municipio ubicado en el oriente de Puebla.
De acuerdo con el columnista,
Uruviel es amigo cercano de Mario Marín Jr., hijo del ex gobernador de Puebla,
y su carrera política ha sido impulsada por el ex gobernador Fidel Herrera
Beltrán y por Javier Duarte de Ochoa.
Uruviel estudió en el Tecnológico de
Monterrey campus Fortín, y él y su familia son dueños de varios negocios, entre
ellos un canal de televisión por cable en Ciudad Serdán y un ingenio en el
Estado de Veracruz.
Estas actividades llevaban a Uruviel
a viajar constantemente a Veracruz donde fue ubicado por una organización criminal.
En su columna Ruiz Meza refiere que a
través de mensajes televisados los familiares de la víctima pidieron a los secuestradores
que se pusieran en contacto con ellos para iniciar negociaciones sobre el pago
del rescate.
Habría sido en el primer fin de
semana de septiembre cuando finalmente los familiares fueron contactados por el
grupo criminal.
Simultáneamente a estos hechos, la
tarde del miércoles 31 de agosto se suscitó una persecución de elementos
policíacos de Cuitláhuac y de Seguridad Pública de Estado hacia un par de
presuntos delincuentes sobre la carretera federal desde aquél municipio con
dirección a Córdoba.
A la altura de Peñuela se desató una
balacera de la que resultó un presunto delincuente capturado con heridas leves,
mientras que el otro se dio a la fuga.
La camioneta en la que viajaban quedó a
disposición de las autoridades ministeriales.
Seguridad Pública reportó que los dos presuntos
delincuentes habían intentado asaltar un supermercado en Cuitláhuac.
En la balacera además resultó muerto
un transeúnte por una bala perdida.
Sin embargo, al día siguiente por la
tarde un centenar de personas se manifestaron frente al Palacio Municipal de
Córdoba exigiendo saber el paradero del maestro Miguel Martínez Morales.
Según los manifestantes, el desaparecido
conducía su camioneta en Cuitláhuac cuando fue amagado por los dos delincuentes
y obligado a escapar con ellos en su vehículo.
Después de la balacera en Peñuela,
Martínez Morales habría sido arrestado por elementos de Seguridad Pública, pero
no habría sido puesto a disposición del Ministerio Público ni de ninguna otra
autoridad, a decir de sus familiares, amigos y compañeros.
Por su parte, la Subprocuraduría de
Justicia aclaró que Martínez Morales no había sido detenido, de tal forma, que
desde entonces el maestro está en calidad de desaparecido.
Las manifestaciones continuaron el
viernes 2 y el sábado 3 de septiembre subiendo el tono de las exigencias, hasta
llegar el domingo 4 cuando los manifestantes bloquearon durante cinco horas la
carretera federal a la altura de Rancho Trejo.
Ese día hubo un importante despliegue de
fuerzas del orden que incluyó un helicóptero de la Marina.
Al otro día, lunes 5, llegaron a Córdoba el
procurador Reynaldo Escobar y el secretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez
quienes pidieron de plazo dos días para dar con el paradero del maestro
Martínez, lo que fue concedido por el padre de éste.
Antes de terminar el día el procurador anunció
que once policías habían sido arraigados por ser quienes tuvieron contacto por
última vez con el desaparecido.
Siete de los policías arraigados pertenecían a
Seguridad Pública del Estado y cuatro a la municipal de Cuitláhuac.
Desde entonces, no se han dado a conocer más
avances en torno al paradero del maestro Martínez Morales, ni por parte de la Procuraduría ni de
sus familiares.
Esta historia se enlaza con la del joven
Uruviel porque dos días después, el miércoles 7, Pablo Ruiz Meza de Milenio
Puebla dio
a conocer en exclusiva que el empresario poblano había sido rescatado por la Marina y elementos de la Procuraduría de
Veracruz después de estar “en cautiverio por más de una semana en una casa de
seguridad”.
“De acuerdo con declaraciones ministeriales de
la víctima, --escribió Ruiz Meza-- fueron elementos de la Policía Estatal
del estado de Veracruz, destacados en el municipio de Fortín de las Flores,
quienes ‘levantaron’ a Uruviel González para entregarlo a los delincuentes.”
El empresario habría sido paseado en la zona de
Cosamaloapan para después ser encerrado en un corralón de tráileres, utilizado
como casa de seguridad, ubicado en La Tinaja.
Su rescate lo habrían realizado agentes de la Procuraduría de
Justicia y elementos de la
Marina en un operativo tierra-aire.
En sus declaraciones ministeriales el joven
poblano habría acusado a policías estatales con sede en Fortín como los autores
de su secuestro.
Como resultado de lo anterior, dice la columna
informativa de Milenio Puebla, once policías de Seguridad Pública fueron
consignados ante un juez.
La columna de Ruiza Meza consigna: “En el lapso
del rescate del priista, la acción coordinada también contempló la búsqueda y
rescate de otro secuestrado: un maestro del municipio de Yanga.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario