Un singular cráneo humano de la cultura prehispánica Mixteca-Puebla que posee inscripciones grabadas al estilo de los códices mixtecos se exhibe por primera vez al público en el Museo de Sitio de Monte Albán, Oaxaca, tras haber sido estudiado durante diez años por especialistas.
En un boletín publicado por el INAH se da cuenta de este raro ejemplar que data del período Posclásico Medio (1200-1400 d.C.).
El cráneo fue sacado del país clandestinamente cubierto con una máscara del luchador Octagón en 1996.
Sin embargo, fue localizado en Estados Unidos y repatriado en 2001 gracias a un convenio de recuperación patrimonial signado por ambos países.
Comenzó su estudio y lo primero que se dedujo fue su origen perteneciente a la cultura de la Mixteca-Puebla.
Luego se determinó que perteneció a un hombre de entre 28 y 30 años de edad que fue decapitado.
El examen reveló que el cráneo fue inmediatamente desollado y grabado con herramientas de obsidiana, pedernales y alguna punta metálica muy fina, explicó el arqueólogo Francisco Sánchez Nava.
La colaboración de un neurocirujano permitió conocer que el hombre prehispánico padeció una deformación congénita y una cultural (hecha por el hombre) en el cráneo, de tal suerte que adquirió una forma singular, lo que provocó que se desarrollara un hueso adicional.
El científico señaló que 90 por ciento de ese tipo de casos está relacionado con problemas del sistema nervioso central, como la epilepsia.
“Los arqueólogos concluimos que el personaje debió ser una persona singular en la comunidad y por eso pudo haber sido escogido para grabar su cráneo”, comentó Sánchez Nava.
En el informe del INAH se explica que acerca de “las imágenes grabadas en el cráneo, el arqueólogo mencionó que expertos en iconografía mixteca concluyeron que se trata un discurso relacionado con un culto a los ancestros. ‘Los motivos entrelazan una historia donde aparece lo que el epigrafista Maarten Jansen denomina <>, un concepto que hace referencia a rituales en los que individuos entran en trance y conjuran a sus ancestros; es así que el cráneo pudo haber sido el vínculo para establecer una comunicación con los antepasados’.
“Sánchez Nava detalló que la historia comienza en la parte frontal del cráneo, donde se observa la representación de un personaje central sentado en flor de loto tocando un caracol, además de otros individuos que salen de una cueva; hay escenas de conquista y ofrendas a deidades.”
El cráneo permanecerá en exhibición por tres meses en el Museo de Sitio de Monte Albán, Oaxaca.
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