martes, 5 de julio de 2011

5 EXPLICACIONES DEL 3 DE JULIO EN EL EDOMEX

Carta ParamétricaParametria les hace llegar el siguiente análisis 
Existen por lo menos 5 explicaciones que nos ayudarían a entender los 40 puntos de
diferencia entre la primera y la segunda fuera electoral en el Estado de México. Es
probable que ninguna de estas explicaciones baste por sí misma, pero tal vez
en conjunto nos pudieran ayudar a entender tal diferencia.
1) La explicación histórica: el Estado de México siempre ha sido priista en las
elecciones de gobernador, la elección más cerrada ha sido la de hace 12 años en la
que el ex gobernador Arturo Montiel ganó con 7 puntos porcentuales por arriba del
PAN. La anterior de Enrique Peña Nieto tuvo una diferencia de 23 puntos. En estos
términos el electorado del Estado de México, por lo menos en elecciones de
gobernador, siempre se ha comportado de manera muy priista, aunque no en
elecciones presidenciales presidencial (2000 votó por el ex presidente Vicente
Fox y en 2006 por el ex candidato Andrés Manuel López Obrador.
2) El factor participación: con una participación de 43%, al igual que la de hace
6 años, se ve favorecido el partido en el gobierno, baste recordar que en los
casos de alternancia de Oaxaca y Puebla el año pasado, la participación fue
histórica. Estos niveles de participación se pueden considerar bajos, pero por lo
menos no inferiores a los de la elección anterior. Si hubiera una tendencia a la baja,
entonces la participación habría sido de 33%, ya que de 1999 a 2005 bajó 10
puntos porcentuales, de 53% a 43%. En todo caso lo meritorio de esta elección
es que por lo menos se mantuvo el mismo nivel de participación.
3) La elección depende del candidato: este es sin duda uno de los principios que
está imperando en las elecciones locales del país. Ésta no es la excepción. Eruviel
Ávila fue con mucho el candidato más conocido y mejor evaluado desde el inicio
de la elección. Y ante un escenario de campañas de menos de dos meses (45
días para ser exactos), el nivel de conocimiento e imagen previo a la campaña de
los candidatos resulta fundamental.
4) Toda la política es local: hace años hubiera sido imposible una elección
entre un ex Jefe de Gobierno; un ex senador, ex Embajador y ex secretario
particular del presidente contra un presidente municipal. Mucho menos
probable hubiera sido que el ganador resultara el ex presidente municipal.
Eruviel Ávila no ha hecho más que política local, jamás fuera del Estado
de México. Ganó el presidente municipal, una reafirmación de la política
local.
5) Finalmente, la importancia del gobernador saliente: Enrique Peña Nieto
sin duda representó una gran plataforma para el candidato del PRI. Sin
embargo la encuesta de salida indica que aunque para la mayor parte del
electorado el factor Peña Nieto fue fundamental, los priistas dijeron haber
votado más por próximo gobernador que por el saliente. El factor Peña
Nieto fue necesario, pero no suficiente.
A partir de estos elementos se observa que los votantes del Estado de
México no forman un electorado irracional o que merezca ser subestimado
ni despreciado en términos de qué tanta importancia y valor otorga a su
voto.
El ejercicio de exit poll, en este caso el realizado por Parametría,
sirve más que para dar estimaciones sobre el ganador, para examinar
al electorado y explorar las razones de su voto. Los resultados del
estudio permiten ver que fueron los jóvenes, las mujeres y los sectores
de ingreso bajo los que dieron la victoria al PRI.
El PRI se vio beneficiado por el electorado más numeroso por
género (mujeres), por edad (jóvenes) y por ingreso (bajo) y nivel
educativo (básico). Así, el electorado mexiquense permitió que el
PRI (aliado al Partido Verde y a Nueva Alianza) regresara a los
niveles de votación obtenidos en 1993.
Siete de cada diez mujeres que ayer votaron en el Estado de México
lo hicieron por el PRI. Un cuarto de las electoras sufragó por la alianza
encabezada por el PRD y apenas el 10% lo hizo por el PAN. Entre los hombres
el PRD obtuvo el 32% de los votos, frente al 55% del PRI. Resalta la ventaja de
65% de voto femenino obtenido por el PRI sobre el 25% recibido por el
PRD, una diferencia de 40 puntos. Entre varones esa ventaja es de 23 puntos, lo
que muestra la importancia del electorado femenino para el tricolor en esta
elección.
En cuanto a edad se observa que la mayoría de los votantes de 18 a 25 años –el
grupo etario más joven- votó también por el PRI.
Fueron los votantes de 26 a 35 años donde Encinas encontró mayor número de
votos, con el 32% de los ciudadanos de este grupo votando por él.
Ávila logró que los nuevos electores apoyaran al tricolor, con lo que se refuerza
la tradición priista local de los votantes mexiquenses. Rumbo a las elecciones del
siguiente año, los partidos deberán prestar atención a que a nivel federal, los
votantes jóvenes -de 18 a 24 años- suman ya el 17% del electorado.
Fue de los sectores de edad más avanzada (entre los votantes de 36 a 55 años) de
donde el PAN obtuvo más votos.
La escolaridad es por sí misma un dato: 62% de los votantes encuestados tenían
como grado máximo de estudios algún nivel básico de educación, de ellos el 33%
sólo la primaria y el 29% la secundaria.
Se observa que, a mayor escolaridad, menos votos para el PRI. Un 70% de
los votantes sin estudios dio su voto al tricolor, los mismo que los electores con
primaria y secundaria. El cambio empieza en quienes estudiaron la preparatoria,
pues menos de la mitad (48%) votó por el PRI, y en universidad lo hizo
apenas el 37%. De los electores con estudios de preparatoria, el PRD obtuvo
39% y el PAN 13%; de aquellos con universidad el PRD fue el que más votos
captó con 41% y el PAN 22%. Es precisamente en los votantes con
estudios universitarios el único grupo donde el PRI fue superado en
sufragios por otro partido, en este caso por la alianza encabezada por Encinas.
La encuesta preguntó también sobre la influencia del gobernador Enrique
Peña Nieto en las elecciones. Cuatro de cada diez electores opinaron que el
Mandatario estatal tuvo más peso que Eruviel Ávila en los comicios, frente al
27% que opinó que Ávila tuvo más peso que el gobernador saliente.
Aquí existe dos datos que aportan luz para el análisis, 44% de los votantes que
vieron mayor peso de Peña Nieto en la elección votaron por la oposición (28%
por el PRD y 16% por el PAN). Y mientras el público en general cree que el
político de más peso en la elección fue Peña Nieto, los que votaron por el PRI
piensan que fue Eruviel Ávila.
Los números sobre la identificación partidista permiten ver que fue el PRI el que
recibió más votos de los independientes. El 43% de los electores entrevistados
declaró algún grado de identificación con el PRI, 15% con el PRD y 12% con el
PAN, mientras que el 17% dijo no identificarse con ningún partido.
Más del 90% de los ciudadanos identificados con el PRI y con el PRD votaron
apoyando a sus partidos. En cambio, un 65% de los identificados con el PAN
votó por Bravo Mena, un 24% por Ávila y el 11% por Encinas. Así, fue el
blanquiazul el partido que más votos cedió a sus contrincantes.
Para los electores mexiquenses, los temas más importantes en la elección
fueron la inseguridad y la economía. Quienes se preocuparon más por la
inseguridad dieron menos votos al PRI que aquellos que consideraron más
importante la economía (54% frente a 67%). El dato más relevante sea quizá
que el PAN obtuvo únicamente 15% de votos de aquellos electores que creyeron
más importante la inseguridad, es decir, la bandera de política pública del actual
gobierno federal –la lucha contra la inseguridad- no fue elemento suficiente para
que el blanquiazul obtuviese más votos ni siquiera entre los que ven en la falta de
seguridad el tema más importante para la entidad.

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