Hoy se proyectará una joya del cine mudo en el Teatro Ignacio de la Llave de la Ciudad de Orizaba, en el marco de la Feria del Libro 2013: El Tren Fantasma.
Orizaba cuenta en su historia con destacados capítulos dentro de la industria cinematográfica,
que se remonta hasta la época del cine mudo.
Uno
de los más interesantes es el de la película El tren fantasma, película rodada en
1926 y dirigida por Gabriel García Moreno, (segunda que filmó en la ciudad), a
quien se le recuerda por haber sido el director de la película de culto El puño
de hierro (1927), que abordó por primera vez en México el tema de la
drogadicción.
La
historia del filme es por sí misma muy interesante.
Al quebrar el Centro Cultural Cinematográfico, García Moreno dejó las
películas El tren fantasma y El puño de hierro en manos del tesorero de la
empresa William Mayer.
Éste las guardó en custodia, pero un día, de acuerdo con el testimonio de su
hijo Lorenzo Mayer, intentó exhibir El tren fantasma en su casa con el
lamentable resultado que se incendió, por datar de la época cuando las
películas estaban hechas de celuloide, material altamente inflamable.
A finales de la década de 1960 el señor Mayer entregó
El tren fantasma y El puño de hierro al historiador Aurelio de los Reyes, quien
a su vez los depositó en la
Filmoteca de la
UNAM donde permanecieron intactos hasta principios de este
siglo, cuando los técnicos de la
Filmoteca se dieron a la tarea de restaurar El tren fantasma.
Al
abrir las latas contenedoras hallaron cinco rollos con soporte de nitrato de
celulosa. Sin embargo, al comparar el filme con su sinopsis detectaron que la
cinta tenía una secuencia perdida, la cual pudo haber sido la que se incendió
en la casa del señor Mayer.
La
cinta también carecía de intertítulos y de los créditos del inicio de la
película.
Para
la rehabilitación de la secuencia perdida, los restauradores de la Filmoteca insertaron
imágenes tomadas de stills provenientes del Archivo General de la Nación (AGN), del archivo
de Marcela Luna Villatoro y fotogramas de la misma película, que permitieron
ilustrar en la medida de lo posible el fragmento extraviado.
Los intertítulos y los créditos extraviados fueron
elaborados a partir de la sinopsis argumental que se encuentra en el AGN.
Para
la tipografía se diseñó una semejante a la utilizada en la publicidad original
de la película.
(Extracto del artículo El tren fantasma, un film del cine mudo, publicado en Magazine Veracruzano No. 156 Edición Especial 13° Aniversario)
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