Visión Política
Por Edgar Palma Gómez
Para muchos analistas políticos, las elecciones de
este año donde se renovarán los 212 Ayuntamientos y el Congreso Local
será la calificación que le darán los veracruzanos a los primeros años
de gobierno del actual mandatario veracruzano, Javier Duarte de Ochoa,
sin embargo, existe una arista que pocos han querido ver, que estas
elecciones enmarcan el inicio del proceso electoral para suceder al
gobernador en funciones.
Son muchos los aspirantes e igual número de
estrategias que se están llevando a cabo, pero sin duda alguna, la mano
del ex gobernador veracruzano, Fidel Herrera Beltrán sigue siendo la
balanza de muchas instrucciones que se ordenan desde Palacio de
Gobierno. Para reafirmar este argumento, analicemos distintos hechos que
han marcado las líneas políticas que iremos descubriendo.
El pasado
6 de febrero, Fidel Herrera Beltrán decidió reaparecer públicamente en
Casa de Gobierno durante una reunión privada con los diputados locales
del PRI, el dirigente estatal priista Erick Lagos Hernández, y
obviamente el Gobernador Javier Duarte. Durante dicha reunión, el ex
mandatario estatal mando varios mensajes, especialmente al Presidente de
la República, Enrique Peña Nieto, y el mensaje se lo mando en dos
fotografías, una en la mesa de la comida, donde se encontraba al lado de
Duarte de Ochoa, y la segunda, en la foto del recuerdo, donde él
aparece al final de la fotografía -de hecho, apenas y se distingue-. En
la primera fotografía, el mensaje es muy claro, en la mes de
negociaciones las decisiones se tomarán en conjunto –hablamos de Fidel
Herrera y Javier Duarte-; pero en la segunda fotografía, el mensaje es
aún más claro, en la operación política, las decisiones sólo las tomará
el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, por lo tanto, las negociaciones
para designar a los delegados federales, como para imponer a los futuros
alcaldes y diputados tienen la autoría del “Tío Fide”. Así de simple.
Por su parte, el Presidente Enrique Peña Nieto sabe que el ex
mandatario veracruzano es un mal necesario, y las razones son varias;
primero, porque el oriundo de Nopaltepec impulso a la nueva generación
de políticos que hoy se encuentran enquistados en el poder, y que si
quiere ganar las elecciones en Veracruz deberá dejar que sean operadas
por el ex mandatario; segundo, las elecciones estatales serán un
parámetro de calificación para su administración; tercero, porque sin la
mano de Herrera Beltrán, las elecciones no se ganarían, y ya lo sufrió
en carne propia el mandatario federal cuando dejo al frente de su
campaña en Veracruz al ahora Secretario Particular del Gobernador, Jorge
Carvallo Delfín, y los resultados fueron muy claros, en Veracruz –en un
estado con mayoría priísta-, Peña Nieto perdió las elecciones-.
Sin
pasar muchos días, Herrera Beltrán –ahora de manera pública- empezó a
mover sus piezas claves, tanto en la administración pública estatal,
como en los partidos políticos rivales, y todo con el claro objetivo de
mantener el control político de Veracruz. Por ejemplo, decidió que uno
de sus principales operadores de confianza, Jorge Carvallo Delfín se
pasara a la Secretaría Particular de Duarte de Ochoa, con este
movimiento, el oriundo del Estado de México –pero que insiste que es
veracruzano, nacido en Lerdo de Tejada-, Herrera Beltrán tendrá una
persona que le vigile la espalda, y sobre todo, verificara que los
acuerdos que él tome se cumplan. Pero lo que pocos saben, es que la
verdadera obsesión de Carvallo Delfín, es ser el sucesor de Duarte de
Ochoa, y para ello, ha empezado a imponer a muchos aspirantes en las
candidaturas a las alcaldías –porque es claro que una campaña a
gobernador cuesta, y cuesta mucho dinero-. Por otra parte, a sus
allegados les ha dicho que se ha comenzado a apoderar de varios
institutos políticos –como es el partido verde en Veracruz-, así como
varias organizaciones civiles.
Carvallo Delfín sabe que podría
llegar a contar con el apoyo de Fidel Herrera Beltrán de convencerlo que
el sería la opción más viable de suceder a Duarte de Ochoa, además de
prometerle al de Nopaltepec que seguiría manteniendo el control político
en Veracruz. Es así de simple, por eso, los cambios dentro de la
administración pública estatal lo han beneficiado. Por ejemplo, que se
fuera Tomás Ruíz González, fue un aliciente más para él, ya en una
ocasión Ruíz González intento ser el candidato priísta al gobierno del
estado de Veracruz, sin embargo, no tenía arraigo en el estado, a pesar
de ser diputado federal por el PANAL, y a pesar de todo, había destapado
su principal estrategia, iniciar una relación romántica con la actriz
Ana de la Reguera –para seguir en los reflectores- y poder emular el
camino del Presidente Enrique Peña Nieto.
Ahora, Jorge Carvallo
Delfín tiene que deshacerse de varios contrincantes, entre ellos el
recién ungido Secretario de Finanzas, Salvador Manzur –quien también es
un hombre de todas las confianzas de Herrera Beltrán-, y quien también
aspira a suceder a Duarte de Ochoa, a quien considera uno de sus mejores
amigos, además de contar con todo el apoyo de grupos empresariales
locales que en determinado momento podrían financiar sus aspiraciones.
También deberá deshacerse del actual Secretario de Educación en
Veracruz, Adolfo Mota, quien ha venido realizando un trabajo por demás
discreto pero efectivo, pero que muy pocos saben que cuenta con el apoyo
total del Grupo Atlacomulco, mismo grupo que apoyo al Presidente
Enrique Peña Nieto. También, uno de los candidatos naturales, sería el
Alcalde de Tuxpan Alberto Silva Ramos, quien también es uno de los
hombres más cercanos al mandatario estatal.
Decía Fidel Herrera
Beltrán que: “en política todo aquello que se pueda arreglar con dinero,
sale barato”, frase que se aplico a la fallida alianza PRD y PAN, de
hecho, fue uno de sus clásicos movimientos políticos, sólo tenía que
presionar algunas piezas en la oposición para deshacerla, porque no hay
peor enemigo para Herrera Beltrán, que su ex amigo, Migue Ángel Yunes
Linares, y quien sin duda sería el más beneficiado con dicha alianza,
por este motivo, una de sus prioridades era deshacer dicha alianza, y
así lo logró.
Pareciera que falta mucho para que termine la presente
administración, pero como dijera el ex Gobernador Miguel Alemán, “en
política todo depende de la ciencia, de la constancia y la
circunstancia”, tampoco me quiero asumir como un vidente, sólo como un
columnista que busca analizar hechos reales y las posibles consecuencias
de los mismos.
Antes de terminar de escribir esta columna, quiero
hacer un reconocimiento a un gran amigo, Juan Antonio Nemi Dib, a quien
tengo más de 20 años de conocerlo, y no sólo como funcionario público,
sino como persona. Me dio gusto saber tu designación como Secretario de
Salud, -aun cuando muchos decían que no eres médico-, a todos ellos
podría decirles que eres un funcionario sensible a las necesidades de
los veracruzanos, además de ser un hombre de vocación de servicio, y
visión de crecimiento, no dudo que harás un excelente papel al frente de
dicha dependencia. Saludos y Éxito en tu nueva encomienda mi estimado
Toño.
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