viernes, 26 de agosto de 2011

PROBAR EL DELITO DE TERRORISMO

El anuncio que hizo el procurador de Justicia Reynaldo Escobar sobre la detención de dos tuiteros que presuntamente sembraron el pánico en el Puerto de Veracruz el día de ayer, provocó a decir de las mismas autoridades que otros usuarios de Twitter borraran sus cuentas y otros sus historiales.
De ser cierta lo anterior, la acción de la Procuraduría habría cumplido su objetivo, amedrentar con el uso de la ley a aquellas personas que dolosa o sin intención se dedican a generar rumores que desencadenan pánico y psicosis colectiva.
Pero el tiro podría salirle por la culata del rifle al procurador Reynaldo Escobar, porque de no comprobarse el delito de terrorismo que le imputa a los dos detenidos, entonces provocará el efecto contrario al que se quería combatir: la rumorología cobraría patente de legalidad.
Según el procurador y el gobernador Javier Duarte los imputados (de los que sólo se ha confirmado la identidad de uno) incurrieron en el delito de terrorismo y citaron para ese efecto el artículo 311 del Código Penal de la entidad:

“A quien utilizando explosivos, sustancias tóxicas, armas de fuego o por incendio, inundación o por cualquier otro medio realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios al público, que produzcan alarma, temor, terror en la población o en un grupo o sector de ella, para perturbar la paz pública o tratar de menoscabar la autoridad del Estado o presionar a ésta para que tome una determinación, se le impondrán de tres a 30 años de prisión, multa hasta de 750 días de salario y suspensión de derechos políticos hasta por cinco años.
“A quien, conociendo las actividades de un terrorista y su identidad, no lo haga saber a las autoridades se le impondrán de uno a nueve años de prisión y multa hasta de 150 días de salario”.
Es decir, la Procuraduría deberá probar ante un juez de qué manera los indiciados atentaron "contra las personas, las cosas o servicios al público" (y si unos tweets tienen esa capacidad) y además deberá probar si los detenidos pretendieron "perturbar la paz pública" o "menoscabar la autoridad del Estado o presionar a ésta para que tome una determinación".
Por acusaciones mucho más graves otras personas han sido declaradas inocentes a nivel federal.
Por otro lado, es interesante la secuencia de hechos que el diario Notiver publica hoy (http://www.notiver.com.mx/index.php/primera/147070.html?secciones=3&seccion_selected=3&posicion=3) sobre cómo empezó el rumor y la posterior psicosis en el Puerto de Veracruz. Dice el periódico:

"Todo comenzó el día de ayer. Cuando una cuenta en twitter llamada @NarcoViolencia,  publicó notas sobre hecho violentos en Ciudad Juárez.
"Fueron dos notas: La primera en donde un grupo de sicarios disparaon contra padres de familia en una escuela primaria, y la segunda cuando varias narcomantas fueron colocadas en escuelas, ambas en Ciudad Juárez. "El encabezado de la nota no especificaba en que ciudad era, e irresponsablemente se puso el titulo de nota con el hastag #Verfollow, usado para informar hechos violentos exclusivamente de Veracruz. "La nota se extendió, se retuiteó y se fue compartiendo por todo internet,  creyendo que por ser de #Verfollow se trataba de Veracruz. Mucha gente se fue con la idea del titulo y de ahí se generó toda la psicosis."
El Gobierno de Veracruz podría tropezarse con las acciones que está tomando porque ahora se obligó a probar un delito difícil de demostrar, sin embargo, habrá que esperar hasta la última instancia legal el resultado de esta investigación ministerial.
Que sea lo mejor para Veracruz porque el horno no está para bollos.

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