domingo, 5 de septiembre de 2010

Vergonzoso proceso electoral

Veracruz, nuestro estado, vivió en los últimos meses uno de los episodios más vergonzosos de su historia.
En la disputa por el poder, para controlar los recursos públicos del estado, para manipular a la sociedad y para decidir al antojo personal el destino de cada veracruzano, llegaron a los niveles más bajos de las últimas décadas.
Emplearon los recursos más viles, inmorales e indignos para hacerse del botín político.
Violaron las leyes.
Tomaron el dinero y los recursos materiales del gobierno, que son del pueblo, para desviarlo a sus bolsillos y a las campañas políticas.
Compraron no sólo votos, también conciencias, lealtades y dignidades.
Cooptaron a la prensa.
Manipularon a la opinión pública.
Pervirtieron el estado de derecho.
Dañaron nuestra incipiente democracia y las instituciones.
De la manera más perversa abusaron de los débiles y necesitados.
Mintieron al electorado, a los veracruzanos, a todos los mexicanos.
Y lo más degradante y peligroso: con su propaganda sembraron la semilla del odio entre los mismos veracruzanos.
En suma, corrompieron todo lo que tocaron.
Los responsables de la vergüenza que nos tocó presenciar tienen nombre y apellido.
El primer responsable es quien decide y ordena absolutamente todo en este estado.
Esa persona es Fidel Herrera Beltrán, gobernador de Veracruz.
Desde la más importante disposición gubernamental hasta el spot de campaña de su candidato, todo lo decide Fidel Herrera Beltrán.
A lo ya sabido por todo mundo, se agregan como pruebas sus propias palabras que escuchó México entero.
Violó la ley al entrometerse en el proceso electoral a favor de su candidato Javier Duarte.
Desvió dinero a las campañas políticas de los candidatos de su partido, el PRI.
Compró a líderes y militantes de los partidos de oposición, PAN, PRD, Convergencia, Verde Ecologista. Y hasta del propio PRI.
Corrompió a la prensa con dinero, publicidad y bajo una nueva estratagema: darles empleos en el gobierno a los hijos de los periodistas.
Con la prensa censurada manipuló a los veracruzanos.
Mintió al negar la autenticidad de las grabaciones en las que, con su voz, coordina la campaña de Javier Duarte y ordena distribuir recursos económicos para favorecer a sus candidatos, mismas que luego valida al interponer una denuncia por ser víctima de espionaje.
En contubernio con pseudolíderes sistemáticamente abusó de campesinos para que a cambio de unos pesos se desnudaran y acosaran al candidato del PAN adonde quiera que fuese.
En su disputa personal en contra de Miguel Ángel Yunes Linares desplegó una campaña de propaganda negra en la que lo acusó de pederasta, lo que exacerbó el ánimo de los veracruzanos que se adhirieron a su proyecto político y social confiando en la aparente democracia y tolerancia que pregona el gobernador.
En un contexto donde los ataques al líder se asumen como propios, lo que provocó Fidel Herrera Beltrán fue polarizar a la sociedad veracruzana en buenos y malos, sobre todo porque gusta de llamar a su adversario el “demonio”.
Usó la misma estrategia que Felipe Calderón Hinojosa utilizó al calificar a Andrés Manuel López Obrador como “peligro para México” en su campaña presidencial.
Al igual que Fidel Herrera Beltrán, Felipe Calderón Hinojosa también es responsable de los hechos indignos que vivió y sufrió Veracruz.
El presidente es responsable de entrometerse de forma indebida en el proceso electoral del estado.
Felipe Calderón Hinojosa es responsable por haber solapado y casi con seguridad ordenado el uso de programas y recursos públicos a favor de los candidatos de su partido.
Violó la ley, dañó a las instituciones del Estado, pervirtió a la democracia y transgredió nuestro estado de derecho.
De comprobarse que Felipe Calderón Hinojosa estuvo involucrado con la intercepción y grabación de las llamadas telefónicas del gobernador deberá ejercerse acción penal en su contra por la comisión de un delito considerado grave y, en su caso, purgar condena en la cárcel.
En orden jerárquico los ex candidatos Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares son responsables de cuando menos haber consentido los actos a favor de su campaña del gobernador y el presidente, respectivamente.
Si, como parece serlo, fueron parte activa ambos ex candidatos son responsables de delitos electorales.
En orden descendente los coordinadores de campaña, ayudantes, directores, funcionarios, civiles, asistentes, colaboradores, subalternos y toda aquella persona con puesto de mando en los partidos políticos, equipo de campaña y los gobiernos estatal y federal que por comisión u omisión colaboraron en esos hechos son responsables ética, moral y legalmente.
Ediles y funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno que tomaron parte de forma ilegal o no ética son responsables.
Líderes de la sociedad organizada, sindicatos, agrupaciones, asociaciones civiles, cámaras empresariales, etcétera que con conocimiento de causa participaron en esta vergüenza son responsables.
El 95 por ciento de los periodistas, directores, editores, reporteros, fotógrafos, editorialistas, caricaturistas y columnistas o propietarios, son responsables por sesgar u ocultar de forma activa o pasiva la información que publican.
La consejera presidenta Carolina viveros y consejeros del Instituto Electoral Veracruzano son responsables del vergonzoso y pusilánime comportamiento al frente del organismo garante de organizar las elecciones de manera democrática.
Como funcionarios electorales pusieron en vergüenza nacional e internacional a Veracruz.
Con su indolencia, parcialidad y falta de profesionalismo, que llegó al extremo de no difundir por radio ni televisión el debate de los candidatos a la gobernación, pusieron en peligro las elecciones y la democracia.
Todos ellos, comenzando por Fidel Herrera Beltrán, Felipe Calderón Hinojosa, Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares son responsables moral y éticamente del lamentable espectáculo que ofrecieron en Veracruz.
Lo deseable sería que esta responsabilidad se transformara en culpabilidad judicial para que no queden impunes esos hechos.
Veracruz no se merecía esto.

No hay comentarios: